En nuestro 5° básico, los estudiantes vivieron una experiencia especial incorporando pausas activas durante la jornada escolar. Estas instancias consisten en breves descansos de 5 a 10 minutos en los que niños y niñas se levantan de sus asientos para moverse, estirarse, jugar o realizar pequeños ejercicios que ayudan a activar cuerpo y mente.
Lejos de interrumpir la clase, estas pausas son un gran aporte al aprendizaje, ya que:
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Cuidan la salud física, evitando el cansancio y mejorando la postura.
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Favorecen la concentración, despertando al cerebro para aprender mejor.
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Reducen el estrés y la ansiedad, al relajar el cuerpo y compartir momentos de alegría.
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Fortalecen la convivencia, al realizarse en grupo de forma entretenida y respetuosa.
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Fomentan hábitos saludables, enseñando que estudiar también implica cuidar el cuerpo.
En resumen, las pausas activas son un verdadero aliado del aprendizaje. Gracias a ellas, nuestros estudiantes de 5° básico se mostraron motivados, atentos y felices, disfrutando de un ambiente escolar más dinámico y positivo.
